El derecho a la educación y el acceso a la información debería estar
garantizado para todas las personas. La utilización de las nuevas tecnologías
permite por un lado propiciar la igualdad de oportunidades y la superación de
barreras geográficas, económicas, sociales, físicas y mentales, y por otro hacen
más grande la “brecha digital” entre pobres y ricos, ya que los recursos
teconológicos implican una gran inversión económica y entre personas que puedan
tener una dificultad que les impida acceder a ellos.
En muchos casos, el principal problema al que se enfrenta un profesor,
es a la imposibilidad de establecer una comunicación fluída con el alumno con
discapacidad, en otros casos, la deficiencia no es total y esos “residuos”
facilitan en gran medida la posibilidad de comunicación.
En el caso de la discapacidad visual, si el alumno tiene restos de
visión, el simple hecho de un acercamiento físico hacia la persona o hacia el
objeto que utilicemos como medio técnico, nos permitirá simplificar la
comunicación didáctica.
La tendencia, sea cual sea el caso de la persona con discapacidad, va a
ser la de apuntar a la aplicación de adaptaciones o programas sencillos,
útiles, versátiles y de bajo coste.
No hay comentarios:
Publicar un comentario